El valor de los recuerdos de la mano de Lola Mascarell

La periodista y escritora Lola Mascarell (Valencia, 1979), Premio Internacional de Poesía Emilio Prados, nos presenta su novela Nosotras ya no estaremos (Tusquets Editores, 2021) con la que lanza una tierna mirada al pasado y conecta con la importancia de los recuerdos. La protagonista de esta obra atraviesa por una situación difícil tras conocer que la casa donde pasó su infancia ha sido puesta en venta. Inmediatamente después de conocer la noticia traza un plan para evitar que un comprador adinerado se haga con las paredes que la vieron crecer. Van pasando los días y con ellos las negativas de los bancos, se traslada a la casa para disfrutar de ella en las que pueden ser sus últimas horas ahí. En su estancia en el hogar que la vio crecer, la casa de sus abuelos, su mente se nubla de recuerdos que le hacen volver a su niñez: las conversaciones con la familia, los momentos entre amigas, las anécdotas. Recuerda los días de felicidad que ya no volverán y que se irán con la venta del domicilio. 

La novela recoge una narración brillante de las dudas que asaltan las mentes infantiles, tan simples como la incomprensión de lo que es una enfermedad. Es un relato de inocencia que a su vez parte a la madurez y la reflexión de cómo pasa el tiempo y con él se van las personas y, a veces, también los recuerdos. Todo lo que queda en la memoria de la protagonista también está tras las puertas de esa vivienda y la pérdida que esto supone es más bien el rechazo a un pasado que no quiere olvidar. La niñez es una forma de descubrir el mundo de la mano de la inocencia y la inquietud. Una inocencia que se refleja en su desconocimiento ante la vida y la muerte que entrelaza con la adultez para poner de manifiesto el egoísmo de esta. 

La obra va más allá de lo significante que puede ser lo material. Entre sus líneas lanza un guiño a la época pasada y a cuanto de ella tenemos en la actualidad. Habla de las mujeres y, en especial, de la vejez como fuente de sabiduría, con especial atención a la figura de su abuela. La familia es el entorno en el que se desenvuelve esta historia y de ella nace la reivindicación a lo pretérito, que merece de gran importancia. Lola Mascarell también hace referencia con su obra a lo efímero del ahora. A la fácil compra y venta de cualquier bien tangible con independencia de su coste sentimental, a la ligereza con la que se sustituyen las cosas que, como bien apunta la autora, antes se utilizaban y reutilizaban. La importancia de la familia y del amor se enfrentan en el libro con la sociedad, que todo afea y esconde, donde las nuevas tendencias son el motor de la vida. La reivindicación es el centro de la novela, como método para escapar de lo nuevo y adentrarse en las costumbres y el cuidado a aquello que algún día nos perteneció. La literatura es el vínculo que une a su autora con los recuerdos mediante una escritura nítida y precisa. Nosotras ya no estaremos es la recreación de la niñez, aquella que nunca debería desaparecer, para que nunca olvidemos el lado más pueril que llevamos dentro.